viernes, 10 de enero de 2014

SIMBOLISMO EN EL TAROT: NÚMERO 7 (artículo 4º)



El Carro representa la receptividad a la voluntad de la Fuente única. La palabra clave de esta carta es cerca o recinto, y su función reside en el habla. Un vocabulario elocuente supone una potente herramienta para protegerse y preservarse, lo mismo que un perfeccionamiento. al hablar. ponemos en marcha una vibración, que ejerce su influencia sobre el éter, el espacio. Sólo cuando nos mantenemos en calma, silenciosos y receptivos, obtenemos la victoria. Sólo entonces la fuerza primordial actúan a través de nosotros.

Simbólicamente, el carretero equivale al alma, que dirige el carro, es decir, el cuerpo. Podemos ver  que el carretero no lleva riendas. Dirige a las esfinges, los sentimientos positivos y negativos que tiran del carro, mediante la voluntad. El dosel estrellado que le cubre nos enseña como los recipientes de las energías celestes.Las lunas cerúleas y plomizas describen el tiempo y el ritmo, etapas de la mente. Así se advierte por su posición sobre los hombres, regidos por Géminis, el primer signo de aire y símbolo de la mente. 
El globo con las alas representa la autoconciencia, elevada por aspiración. El disco cruzado por una barra vertical se refiere a las fuerzas positivas y negativas, aunadas para actuar al mismo tiempo. El cuadrado que adorna el pecho del Carretero indica una actitud ordenada, y faldilla de ocho tablones, salpicada de talismanes, representa el dominio del alma sobre el mundo material. 

MENSAJE: Mediante el control de los sentidos, por la elevación y purificación de los deseos y el uso de nuestra libre voluntad, alcanzaremos un completo dominio de nuestro cuerpo físico.  

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