ENVEJECER CON DIGNIDAD
ENVEJECER CON DIGNIDAD: UN DERECHO QUE DEBEMOS PROTEGER En el tapiz de la vida, tejido con hilos de experiencias, alegrías y tristezas, los abuelos ocupan un lugar privilegiado. Son los guardianes de la memoria, los portadores de la sabiduría ancestral, los custodios de las tradiciones que dan sentido a nuestras raíces. Sus manos, surcadas por el tiempo, han acunado a generaciones, sus ojos, llenos de historias, han visto pasar el mundo, y sus corazones, rebosantes de amor, han abrigado a sus familias con una ternura inagotable. Sin embargo, en la sociedad actual, obsesionada con la juventud y la productividad, a menudo olvidamos el valor incalculable de nuestros mayores. Los abuelos, que han dedicado su vida a cuidar y amar a sus familias, pueden verse relegados a un segundo plano, vistos como una carga o un obstáculo para el ritmo frenético de la vida moderna. Es doloroso presenciar cómo, en ocasiones, la sociedad "desecha" a quienes ya no se consideran &quo