MAMÁ: El eco de su amor...

Mamá:

El eco de su amor, la fuerza de la Macarena y el aroma de su Sevilla en un octubre lleno de recuerdos

Octubre llega cada año con una suave brisa de nostalgia, trayendo consigo el recuerdo de mi madre, quien partió un 16 de octubre, la misma fecha en que nació mi padre. Esta coincidencia, cargada de simbolismo, me habla de un ciclo que se cierra, de una conexión profunda entre dos almas que se amaron, y que ahora se reencuentran en otra dimensión.

Hoy, en este aniversario de su partida, mi corazón se llena de una mezcla de tristeza y gratitud, como sentimientos encontrados. Tristeza por su ausencia, por la falta de su abrazo, de sus palabras, de su sonrisa, aunque sé que está conmigo, noto su presencia. Gratitud por haberla tenido en mi vida, por el amor incondicional que me brindó, por las enseñanzas que me guían en mi camino.

Mamá, eras la luz que iluminaba nuestro hogar. Tu dulzura, tu paciencia, tu capacidad de escucha creaban un ambiente de paz y armonía. Siempre dispuesta a ayudar, a dar un consejo, a escuchar con atención. Lo muchísimo que quisiste a mi marido, al cual también cuidaste en los momentos difíciles de su enfermedad. Eras la guardiana de la familia, nuestra protectora incansable. Siempre nos ponías a todos por delante, cuidando de nuestras necesidades antes que de las tuyas. "Primero los demás, luego yo", parecía ser tu lema. Y así, con esa generosidad infinita, nos enseñaste el verdadero significado del amor y la entrega.

Recuerdo tus manos, siempre ocupadas, creando con paciencia y amor labores de punto que abrigaban nuestros cuerpos y nuestros corazones. Recuerdo tu voz, con ese acento sevillano que nunca perdiste, contando historias de tu tierra natal, de la Macarena, a la que tanto querías. Tu devoción por la Virgen era contagiosa, y a través de ti aprendí el valor de la fe y la esperanza.

Tu legado de amor, resiliencia y fe me acompaña en cada paso que doy. Siempre volcada en mis situaciones, que para entonces fueron difíciles, siempre pude contar contigo para todo lo que necesitara, sin dudar en darme tu ayuda, la cual fue también tu manera de decirme que me querías. Tu “niña”, siempre lo seré. Me enseñaste a ser fuerte frente a la adversidad, a encontrar la belleza en las cosas simples, a valorar los pequeños momentos de la vida. Recuerdo tus risas, bueno, carcajadas cuando nos poníamos a explicar situaciones de la vida o que me habían pasado, chistes… Me enseñaste que el amor es la fuerza más poderosa que existe, capaz de sanar heridas, de unir corazones y de trascender el tiempo y el espacio.

Hoy, en tu memoria, prometo seguir el legado que me dejaste, vivir con plenitud, y amor, y transmitirlo a las futuras generaciones. Tu recuerdo siempre permanece vivo en mi corazón, guiándome con tu luz y tu amor incondicional.

 

Frases de resolución y honra:

"Mamá, tu amor es un faro que ilumina mi camino. Gracias por haberme enseñado a amar y a ser fuerte."

"Acepto tu ausencia con tristeza, pero también con gratitud por haberte tenido en mi vida."

"Tu recuerdo me acompaña en cada paso que doy. Gracias por ser mi ángel guardián."

"Honro tu memoria viviendo con plenitud y transmitiendo tu legado de amor a las futuras generaciones."


Tere Valero Romero

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