EL NIÑO QUE LLEVAS DENTRO: CÓMO INFLUYE EN TU VIDA ADULTA
EL NIÑO QUE LLEVAS DENTRO:
CÓMO
INFLUYE EN TU VIDA ADULTA
Tu niño interior es una parte esencial de ti que representa tus experiencias, emociones y creencias formadas durante tu infancia. Es esa esencia pura y auténtica que llevas dentro, con sus alegrías, tristezas, miedos e ilusiones.
¿Cómo influye
tu niño interior en tu vida adulta?
Aunque no lo
notes de forma consciente, tu niño interior influye significativamente en cómo
te relacionas con el mundo y contigo mismo:
Emociones: Las emociones que experimentaste en la infancia,
especialmente aquellas que no fueron procesadas completamente, pueden
manifestarse en tu vida adulta a través de patrones de comportamiento,
reacciones emocionales y relaciones interpersonales.
Autoestima: La forma en que fuiste tratado y valorado durante tu
infancia tiene un impacto directo en tu autoestima y confianza en ti mismo como
adulto.
Creencias: Las creencias sobre ti mismo, los demás y el mundo
que se formaron en tu infancia pueden seguir influenciando tus decisiones y
perspectivas en la actualidad.
¿Cómo conectar
con tu niño interior?
Reconectar con
tu niño interior puede ser un viaje de autodescubrimiento y sanación. Aquí te
dejo algunas ideas:
Recuerda tu infancia: Explora tus recuerdos, fotos,
objetos o lugares que te transporten a tu niñez. Presta atención a las
emociones que surgen.
Juega y diviértete: Dedica tiempo a actividades que disfrutabas de niño,
como dibujar, jugar, bailar o simplemente pasar tiempo al aire libre.
Escúchate con compasión: Presta atención a tus necesidades
emocionales y trátalas con la misma compasión y comprensión que le darías a un
niño pequeño.
Perdona: El perdón, tanto a ti mismo como a las personas que
pudieron haberte herido en tu infancia, es un paso importante para sanar viejas
heridas emocionales.
Busca apoyo profesional: Si sientes que necesitas ayuda
para conectar con tu niño interior o sanar heridas del pasado, un terapeuta
puede ser un gran aliado en este proceso.
Beneficios de
conectar con tu niño interior:
Mayor autoconocimiento: Comprenderás mejor tus patrones de
comportamiento y reacciones emocionales.
Sanación emocional: Podrás procesar y liberar emociones reprimidas de la
infancia.
Mejora de la autoestima: Reconocerás tu valor y
fortalecerás tu confianza en ti mismo.
Relaciones más saludables: Aprenderás a relacionarte con los
demás de una forma más auténtica y compasiva.
Mayor creatividad y espontaneidad: Despertarás la alegría y la
curiosidad que caracterizan a la infancia.
En resumen, tu
niño interior es una parte fundamental de ti que merece ser reconocida,
escuchada y amada. Al conectar con él, podrás acceder a una fuente de
sabiduría, creatividad y vitalidad, y vivir una vida más plena y auténtica.
EL DESPERTAR DE LA NIÑA INTERIOR:
LA HISTORIA DE EULÀLIA
Eulàlia, una abogada de renombre en Barcelona, se
encontraba en la cúspide de su carrera. A sus 35 años, había logrado el
reconocimiento profesional que siempre había anhelado. Sin embargo, detrás de
su impecable traje de ejecutiva y su sonrisa radiante, se escondía una profunda
insatisfacción. Sus relaciones amorosas eran fugaces e inestables, marcadas por
la desconfianza y el miedo al compromiso. Un vacío existencial la acompañaba
como una sombra, haciéndola sentir sola e incompleta.
Un fin de semana, visitando a su abuela en el pueblo,
Eulàlia se ofreció a ayudarla a ordenar el ático. Entre telarañas y muebles
antiguos, descubrió una vieja caja de madera que le llamó la atención. Al
abrirla, un torbellino de recuerdos la transportó a su infancia. Encontró un
osito de peluche con un ojo descosido, el que había sido su inseparable
compañero durante años. Debajo, un cuaderno con dibujos infantiles, donde una
pequeña Eulàlia, con trazos torpes e inocentes, plasmaba su mundo de fantasía:
princesas valientes, animales parlantes y casas en los árboles. Al fondo de la
caja, fotografías amarillentas mostraban a una niña risueña jugando en el
jardín con su perro, celebrando su cumpleaños con una tarta de chocolate o
disfrazada de hada en una fiesta de carnaval.
Las lágrimas brotaron de los ojos de Eulàlia. En ese
instante, comprendió que esa caja no era solo un recipiente de objetos
antiguos, sino un portal hacia su pasado, hacia esa niña interior que había
quedado olvidada en el frenesí de la vida adulta. Recordó la alegría
desbordante que sentía al correr descalza por el campo, la tristeza profunda
cuando sus padres se separaron, el miedo a la oscuridad que la hacía esconderse
bajo las sábanas, la ilusión de sus sueños infantiles, tan vívidos y llenos de
magia.
Eulàlia se dio cuenta de que esa niña, con sus heridas
y alegrías, seguía viva dentro de ella, influyendo en sus emociones, sus
decisiones y sus relaciones. Decidió entonces emprender un viaje de reconexión
con su niña interior, un viaje hacia lo más profundo de su ser.
Comenzó por dedicar tiempo a actividades que
disfrutaba de niña. Desempolvó sus lápices de colores y se perdió en el placer
de dibujar, dejando que su creatividad fluyera sin juicios ni limitaciones.
Retomó la lectura de cuentos infantiles, redescubriendo la magia y la fantasía
que tanto la habían fascinado. Empezó a observar el mundo con curiosidad, como
si lo viera por primera vez, maravillándose con la belleza de una flor, el
vuelo de un pájaro o el sonido de la lluvia.
A medida que se adentraba en este viaje interior,
Eulàlia comenzó a comprender el origen de sus inseguridades y sus patrones de
comportamiento. Se dio cuenta de que su miedo al compromiso provenía de la
experiencia de la separación de sus padres, y que su necesidad de aprobación se
debía a la falta de atención que había sentido en su infancia.
Con paciencia y amor, Eulàlia fue sanando las heridas
de su niña interior. Aprendió a escuchar sus necesidades, a validar sus
emociones y a ofrecerle el consuelo y la protección que no había recibido en el
pasado. Empezó a tratarse a sí misma con la misma compasión y ternura que le
daría a una niña pequeña.
Este proceso de autoconocimiento y sanación transformó
la vida de Eulàlia. Se convirtió en una mujer más segura, auténtica y
compasiva. Sus relaciones se volvieron más profundas y significativas, basadas
en la confianza y el respeto mutuo. La alegría, que parecía haberse escondido
durante años, volvió a brillar en sus ojos.
La caja de los recuerdos, que había despertado a su
niña interior, se convirtió en un tesoro invaluable. Un recordatorio constante
de la importancia de honrar su pasado, abrazar su vulnerabilidad y cultivar la
conexión con esa esencia pura e inocente que todos llevamos dentro.
Moraleja:
Al igual que Eulàlia, todos llevamos
dentro un niño/a interior que anhela ser escuchado y amado. Conectar con él nos
permite sanar las heridas del pasado, comprender nuestros patrones de
comportamiento y vivir una vida más plena y auténtica. No importa la edad que
tengas, nunca es tarde para abrir tu propia "caja de los recuerdos" y
comenzar este viaje de autodescubrimiento.
Tere Valero
(Intérprete de las Estrellas)
- ASESORA PROFESIONAL EN ASTROGENEALOGÍA
- ASESORA PROFESIONAL DE CONSTELACIONES SISTÉMICAS
- BIODECODIFICACIÓN ASTROLÓGICA.
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