EL DESÁNIMO: LA FUERZA QUE LLEVAS DENTRO

 LA FUERZA QUE LLEVAS DENTRO

El ánimo, ese motor invisible que nos impulsa a vivir con intensidad, a afrontar los desafíos con energía y a disfrutar de las pequeñas cosas, a veces puede flaquear. Es como si una nube gris se instalara en nuestro interior, apagando la luz que nos guía y haciéndonos sentir perdidos en un mar de desánimo.

Sé que ahora mismo te encuentras en uno de esos momentos, querida amiga. Las circunstancias te han golpeado con fuerza, y la tristeza, la frustración y la incertidumbre se han apoderado de ti. Sientes que tus fuerzas se agotan, que la alegría se ha esfumado y que el camino se ha vuelto cuesta arriba.

Quiero que sepas que no estás sola. Todos, en algún momento de nuestras vidas, experimentamos el desánimo. Es una emoción natural, parte de la experiencia humana. No te juzgues por sentirte así, no te culpes por tener días grises. Permítete sentir la tristeza, la frustración, el dolor... pero no te quedes atrapada en ellos.

Recuerda que eres fuerte, que tienes una capacidad inmensa para superar las adversidades. Has enfrentado retos en el pasado y has salido victoriosa. Y esta vez no será diferente. Confía en ti misma, en tu fuerza interior, en tu capacidad de resiliencia.

Quiero recordarte también todas las cosas maravillosas que hay en ti: tu inteligencia, tu sensibilidad, tu generosidad, tu sentido del humor... Eres una persona increíble, llena de luz y de bondad. No lo olvides nunca.

Ahora mismo, puede que te cueste ver la luz al final del túnel. Pero te aseguro que está ahí. El sol volverá a brillar, las nubes se disiparán y el camino se volverá más luminoso. Mientras tanto, no te rindas. Sigue caminando, un paso a la vez. Y recuerda que estoy aquí, a tu lado, para apoyarte, para escucharte, para darte un abrazo cuando lo necesites.

No te exijas demasiado. Permítete descansar, recargar energías, hacer cosas que te gusten. Rodéate de personas que te quieren y te hacen bien. Busca la belleza en las pequeñas cosas. Y, sobre todo, no pierdas la esperanza.

Recuerda que eres valiosa, que eres amada, que eres importante. Y que esta tormenta también pasará.

Con todo mi cariño,

Tere


HISTORIA

LA MAGIA EN LA ENFERMEDAD

Teo era un torbellino de energía, un niño de siete años con una sonrisa contagiosa y una curiosidad insaciable. Sus días transcurrían en un torbellino de juegos, risas y aventuras. Exploraba los rincones de su pequeño pueblo con la misma pasión que un explorador se adentra en la selva, siempre en busca de nuevos descubrimientos. Corría por los campos con sus amigos, trepaba a los árboles más altos y se imaginaba navegando por ríos embravecidos en una caja de cartón. Su mundo era un lienzo en blanco donde la imaginación pintaba las más increíbles historias.

Pero un día, la energía de Teo se apagó. Una enfermedad inesperada lo obligó a guardar cama, transformando su mundo de aventuras en una habitación con paredes blancas y un techo que parecía demasiado lejano. La fiebre lo consumía, robándole las fuerzas y apagando el brillo de sus ojos. Los juegos y las risas fueron reemplazados por el silencio y la quietud. Teo se sentía atrapado en una jaula invisible, anhelando la libertad de correr y jugar bajo el sol.

Las horas se estiraban como un chicle interminable, y los días se sucedían monótonos y grises. Teo pasaba el tiempo mirando por la ventana, observando con nostalgia el mundo exterior que ahora le parecía tan distante. Los niños jugaban en la calle, las aves cantaban en los árboles, la vida seguía su curso, pero él estaba allí, encerrado en su habitación, sintiendo que se quedaba atrás.

Una tarde, mientras la tristeza lo embargaba, una mariposa con alas de colores vibrantes entró por la ventana y revoloteó a su alrededor. Teo, sorprendido, siguió su vuelo con la mirada. La mariposa se posó sobre un ramo de flores que su madre había dejado en la mesita de noche, y sus alas parecieron cobrar vida, danzando con la luz del sol que entraba por la ventana. En ese instante, algo se encendió en el interior de Teo. Una chispa de curiosidad, de asombro, de alegría.

A partir de ese día, Teo comenzó a prestar atención a las pequeñas cosas que lo rodeaban. Descubrió la belleza en el canto de los pájaros que se posaban en el alféizar de la ventana, en el baile de las hojas mecidas por el viento, en las formas caprichosas de las nubes que se deslizaban por el cielo. Su habitación dejó de ser una prisión para convertirse en un observatorio desde donde exploraba un mundo lleno de maravillas.

Teo comenzó a imaginar historias fantásticas, a crear personajes increíbles, a viajar a mundos lejanos sin salir de su cama. Su imaginación se convirtió en su aliada, en un vehículo que lo transportaba más allá de los límites de su enfermedad. Dibujaba dragones voladores, construía castillos con almohadas y se convertía en un valiente caballero que luchaba contra monstruos imaginarios.

Con el tiempo, Teo aprendió a convivir con su enfermedad. Descubrió que la debilidad física no tenía por qué limitar su espíritu, que la imaginación podía llevarlo a lugares insospechados y que la belleza y la alegría se podían encontrar incluso en los momentos más difíciles. Y así, con una sonrisa en el rostro y un corazón lleno de esperanza, Teo enfrentó su enfermedad, convirtiendo la adversidad en una oportunidad para crecer, para descubrir su fuerza interior y para encontrar la magia en lo cotidiano.



Tere Valero
(Intérprete de las Estrellas)

- ASESORA PROFESIONAL EN ASTROGENEALOGÍA
- ASESORA PROFESIONAL DE CONSTELACIONES SISTÉMICAS
- BIODECODIFICACIÓN ASTROLÓGICA.

tere.valero7@gmail.com

Comentarios

  1. Que el universo ilumine todos los días de tú vida. Gracias!!!🌞🦋🍀

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