martes, 4 de febrero de 2014

LAS OCHO SUSTANCIAS AUSPICIOSAS

ESPEJO:

El propósito del espejo es permitirnos que nos veamos claramente a nosotros mismos. En el budismo, el espejo es símbolo del vacío, pues revela que todo lo que se refleja en él carece de esencia. Todos los objetos del mundo demuestran su carencia de sustancia, tal y como realmente son, El espejo representa el Dharmakaya, o Cuerpo Verdadero de Buda, y se corresponde con la intención correcta, el segundo factor del Sendero Óctuple. Simboliza la Sabiduría.



MEDICINA PRECIOSA:

Se extrae de los cálculos biliares de las vacas y de los elefantes.Médicamente, se afirma que los cálculos biliares, bezoares, son un antídoto contra el veneno aliviana las fiebres y las enfermedades contagiosas. Cuando se mezclan con miel y se aplican a los ojos, los bezoares otorgan visión clara, en el sentido espiritual. La medicina preciosa representa el pensamiento correcto, séptimo factor del Sendero Octuple, un antídoto contra la ignorancia y el sufrimiento que ésta produce.

                                                                                             Tere Valero



LOS OCHO SÍMBOLOS AUSPICIOSOS y (4)

ESTANDARTE DE VICTORIA:

Los primeros budistas adoptaron el estardarte de victoria hindú, como emblema de la iluminación de Buda, para proclamar el triunfo del conocimiento sobre la ignorancia. Denota el triunfo de Buda sobre Mara y personificas las tentaciones que hallamos en el sendero hacia la iluminación. Sólo después de haber conquistado obstáculos como la pasión, el miedo a la muerte el orgullo y la lujuria pudo Buda proclamar la victoria sobre la ignorancia y alcalzar el nirvana. En las esquinas de los monasterios y en los tejados de los templos suelen colocarse estandartes cilíndricos de victoria fabricados de cobre batido.



 JARRÓN DEL TESORO:

El jarrón del tesoro o de la riqueza es un tarro redondo de cuello corto y con una gran joya en la parte superior para indicar que contiene un tesoro. Es un jarrón de riqueza inagotable por mucho que se saque de él, sigue estando perpetuamente lleno. Simboliza la abundancia espiritual de Buda, un tesoro que no disminuyó a pesar de lo mucho que entregó. En las culturas Budistas se utilizan jarrones del tesoro sellados, llenos de sustancias preciosas y sagradas, como ofrendas en los rituales, o se entierran en un paso de montaña o en un manantial para atraer la riqueza y la armonía al entorno.


                                                                                             Tere Valero